Aunque finalmente surge la información que deja en evidencia las operaciones del kirchnerismo, los próximos cuatro meses serán un bombardeo sin descanso.
Para el mediodía del feriado del 9 de julio, las redes sociales y los medios en Argentina tenían dos temas monopolizando la discusión política. Unos supuestos escándalos, que parecían inapelables ante el ojo superficial del público. Ambos, teóricamente contradecían algunos de los pilares fundamentales del gobierno, como el de la solidez del modelo económico o el de una gestión que no cuenta con hechos de corrupción, como los del kirchnerismo.
Por un lado, el “escándalo” de las valijas del avión privado, que el periodista Carlos Pagni había descrito como una muestra más de la “Argentina opaca”, trazando una clara continuidad de los hechos que son de público conocimiento de la gestión anterior. Por otro, las también supuestas manifestaciones del periodista Alejandro Fantino, que teóricamente había roto una declaración off the record del ministro de Economía, Luis Caputo, reconociendo ante la audiencia una fragilidad económica extrema, que se buscaría esconder.
En el marco del día del cierre de las alianzas para las elecciones bonaerenses de septiembre, el tema de las valijas y las declaraciones de Fantino en su programa de Neura, parecían mostrar a un oficialismo golpeado, con cuestiones en el debate público que venían a refutar las premisas más fundamentales del gobierno de Javier Milei.
Sin embargo, con el correr de las horas, las piezas fueron poniéndose en su lugar y, una vez más quedaron en evidencia dos operaciones que no fueron más que fuegos de artificio: estruendos con destellos que impresionan, pero que terminan rápidamente y pasan a la historia
Con respecto al avión privado que trajo al país a Laura Belén Arrieta, todo parece indicar que lo que había sucedido no era algo alejado a lo que había manifestado el vocero presidencial Manuel Adorni, ridiculizado por los medios y el kirchnerismo durante la semana por haber dicho que esta persona había entrado al país con una valija carry on de mano.
Iniciada la investigación que el mismo Poder Ejecutivo fomentó, resulta que la mayor parte de los diez bultos (que no eran valijas) eran del piloto y la tripulación. Incluso se confirmó que entre los mismos había una impresora, un calzado, una guitarra y hasta una mochila para el hijo menor del piloto. Arrieta era la dueña de su cartera y de la valija de mano que había dicho Adorni hace unos días.
Lo que había sucedido tuvo que ver con la viralización de un video, donde el conductor comenzaba diciendo que había hablado con el ministro Caputo, para luego pasar a detallar una complicadísima situación económica, que se viviría inevitablemente en los próximos meses. Con el segmento en pleno proceso viral, hasta el mismo Caputo dijo que lo que allí se veía no era lo que había conversado con Fantino, considerando públicamente la posibilidad de la utilización de inteligencia artificial.
En cuanto a la estrategia que se utilizó para manipular la conversación entre Fantino y Caputo, se trató de una edición. Lo que había salido al aire en vivo era el periodista diciendo que habló con el ministro, para luego contarle el diagnóstico del funcionario y una enumeración de lo que sucedería, de tener éxito la oposición con los proyectos que buscan romperle el ordenamiento fiscal al gobierno.
Ahora, luego de haber cortado unos minutos, el video “arreglado” en redes omitió la segunda parte. En la edición se mostró al periodista diciendo que habló con Caputo, para pasar a enumerar la supuesta difícil situación económica que enfrentaría el país y que el oficialismo estaría intentando ocultar.
“Hicieron circular algo editado y armaron una operación berreta y de manual”, denunció Fantino desde sus redes sociales.
Ambos temas coincidieron con el principio de un segundo semestre electoral, en donde se percibe a una oposición con poca intención de poner sobre la mesa propuestas en materia de políticas públicas, lo que afloró fuertes operaciones políticas en contra del Poder Ejecutivo, que aparece sólido en las encuestas. Seguramente, esto sea solo el comienzo de una batería de artimañas, tal cual se vieron en 2021, cuando Milei llegó al Congreso y el 2023, cuando accedió a la Presidencia.
