Argentina fue un espectáculo de fútbol y goles y vapuleó a Brasil por 3-0, con una actuación excelente de casi todo el equipo, con los tantos de Sergio "Kun" Agüero, en dos ocasiones, y Juan Román Riquelme, de tiro penal.

Ahora Argentina irá por la medalla de oro -ya se aseguró la de plata al menos- contra Nigeria, que goleó a Bélgica por 4-1, y rememorar la final olímpica de Atlanta 1996, cuando los africanos ganaron por 3-2.

Brasil fue todo impotencia, aunque pudo tener dos remates en el poste derecho, ya que sufrió las expulsiones de Lucas y Thiago Neves.

El clásico sudamericano entre Argentina y Brasil tiene siempre los mismos condimentos, como son la improvisación, la emoción y la cautela, todo en cuentagotas y por eso el cotejo en Beijing -por las semifinales de los Juegos Olímpicos- no estuvo exento de esto.

Argentina comenzó siendo la protagonista, con Juan Román Riquelme tratando de hacerse dueño del balón, pese a la pegajosa marca de Lucas, mientras que Ronaldinho en Brasil era el eje de los ataques, y pese a que Sergio Batista colocó a Fernando Gago para que lo siga en los sectores en donde anduviera "Dinho", el ex Boca no pudo con esa tarea.

Tomando recaudos y a veces nerviosos, los dos equipos plantearon en el mediocampo la disputa del cotejo.

Lo tuvo cerca de los 12 minutos el "Kun" Agüero, tras un pase de Riquelme, pero el zurdazo del delantero del Atlético Madrid se fue cerca del poste izquierdo.

Messi se movió por todo el frente de ataque y con su gambeta intentó desequilibrar y en una de esas intervenciones el arquero brasileño evitó la caída de su valla.

Argentina se mostró más sólida en conjunto, mientras que Brasil dependió mucho de sus individualidades, en un partido en el que las fricciones y los roces estuvieron a la orden del día.

En el segundo tiempo Argentina mostró una seguridad interesante en los primeros minutos y a los 52 una buena triangulación albiceleste terminó con un remate de De María que Agüero desvió con el pecho, para batir a Renán.

Pero Brasil no iba a regalar el partido así nomás, y un minuto más tarde Rafael Sobis remató desde afuera del área y el balón rebotó en el poste derecho de Romero.

Una mejor ubicación de Di María -bien abierto por la izquierda- le permitió a Argentina tener más volumen de juego en el ataque y así llegó el segundo gol, cuando el ex Rosario Central cedió a Messi, la "Pulga" fue de izquierda a derecha, habilitó a Garay, quien remató rasante al medio del área para que apareciera Agüero y señaló el 2-0.

Pero claro, Brasil es Brasil y salió en busca del descuento, que pudo haber conseguido con un tiro libre de Ronaldinho que pegó en el poste derecho del arco de Romero.

Sin desesperarse Argentina equilibró el mediocampo con actuaciones muy buenas de Mascherano y Gago, y el despliegue de Di María, que acompañaron a Riquelme y Messi.

Una buena combinación de Messi con Agüero, dejó al "Kun" mano a mano con Breno, quien le cometió una clara falta en el área y el penal fue excelentemente ejecutado por Riquelme, quien le "rompió" el arco a Renán para el 3-0.

La impotencia brasileña quedó en evidencia con la tremenda infracción que le cometió Lucas a Mascherano, que le valió la tarjeta roja, pero ahí no terminó todo, porque Thiago Neves -que hacía cinco minutos había ingresado- bajó con otra acción violenta al mismísimo Mascherano, para recibir la segunda roja y dejar a su equipo con nueve hombres.

Argentina terminó dominando a gusto y placer el partido y casi

Juan Curuchet y Walter Pérez se impusieron en la final y dejaron atrás a España y Rusia. Se alzaron con la primera medalla dorada para Argentina

Los ciclistas argentinos Juan Curuchet y Walter Pérez consiguieron la primera medalla de oro para la delegación argentina en los Juegos Olímpico de Beijing al imponerse en la prueba madison disputada en el Velódromo Laoshan.

Los argentinos sumaron 8 puntos en los sprints y aventajaron a España y Rusia, los dos equipos que se mantuvieron en la misma vuelta que ellos, y que acumularon 7 y 6 puntos, respectivamente, llevándose las preseas de plata y bronce, respectivamente.

La estrategia de la dupla argentina fue ir a buscar la carrera casi de entrada. Ganó el tercer sprint y ya con una vuelta de ventaja sobre sus principales rivales empezaron a marcar la diferencia final que los guiaría a un triunfo inesperado para muchos.

Esa vuelta que finalmente les dio la victoria sobre belgas, alemanes, daneses y franceses que acumularon más puntos que ellos pero nunca pudieron recuperar el giro que los argentinos les habían sacado durante la primera mitad de los 53 minutos y 7 segundos que duró la competencia.

Curuchet, un marplatense de 43 años, se dio el gusto de conseguir su primera medalla en su sexto juego olímpico.

Ya había logrado el séptimo puesto en Sydney 2000, junto a su hermano Gabriel, hoy Jefe de la delegación ciclística albiceleste en China y presidente de la Unión Cliclística Argentina (UCRA), y el noveno en Atenas, esta vez junto a Walter Pérez, porteño y diez años menor que él.

Juntos habían logrado también el Mundial de la especialidad en Melbourne 2004 y ese parecía que iba a ser el mayor logro de sus vidas deportivas. Pero una estrategia brillante les permitió marcar diferencias en la primera mitad de la competencia y después tuvieron el esto físico necesario para sumar en el séptimo y octavo sprint los puntos necesarios para mantener la ventaja sobre las únicas dos parejas que pudieron finalizar en su misma vuelta.

Sobre el final, la dupla belga integrada por Iljo Keisse y Kenny de Ketele, la que más puntos consiguió en los sprints, se le vino encima a rusos, españoles y argentinos, pero no les alcanzó para recuperar el giro perdido y debió conformarse con el cuarto puesto.

Esa escalada, lo mismo que la de los españoles que recuperaron la vuelta entre el sexto y el séptimo sprint, le puso pimienta a una carrera vibrante.

Pero los argentinos dejaron el alma, sacaron fuerzas desde adentro y aguantaron los embates finales con valentía, quedándose con la presea dorada y logrando que la bandera argentina flamee en lo más alto por primera vez en esta cita olímpica.

Hasta la fecha, estuvo presente en seis de ellos: Atenas 2004, Sydney 2000, Atlanta 1996, Barcelona 1992, Seúl 1988 y Los Angeles 1984. Esta era la última oportunidad para obtener una medalla.

Su dupla con Walter Pérez, de 34 años, es una de las más conocidas y afianzadas del ciclismo argentino.