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Hamed, el Mercosur y Venezuela PDF Imprimir E-mail
Escrito por Administrator   
Miércoles, 27 de Agosto de 2008 17:41

El canciller Hamed, impuesto a toda costa por el presidente Lugo, declaró, antes de hacerse cargo de sus funciones, que nada sabía de Mercosur; ahora quedó confirmada esa ignorancia al abogar por el ingreso de la Venezuela de Chávez al acuerdo regional. Ocurre que existe una cláusula democrática que es la que impide el ingreso de Venezuela a Mercosur. Las disposiciones son claras: Ninguna nación gobernada dictatorialmente puede ingresar al club. La cláusula democrática no admite interpretación a la paraguaya, ni tergiversación alguna. Solamente los países democráticos pueden formar parte del Mercosur. Para que lo sepa Hamed, esta disposición viene del Protocolo de Ushuaia y fue redactada a solicitud de Paraguay.

¿Es Venezuela una nación gobernada democráticamente? No, eso es obvio. Hugo Chávez es cualquier cosa menos un demócrata. Es cualquier cosa menos un partidario de la libertad de mercados, es cualquier cosa, menos digno de ingresar a Mercosur.
 
Mercosur es un mercado ampliado que si no se rige por las normas de los gobiernos libres y de economía de mercado, no sirve para nada. Hamed confesó no saber de esto y probablemente no le importe, desde que es casi obvio que responde más a los pedidos de Chávez que a la ley que rige el Mercosur.
 
A Mercosur ni a Paraguay le conviene que Chávez entre al bloque, puesto que desvirtuará la esencia del acuerdo regional. Venezuela no puede aportar sino petróleo y su mercado para Paraguay es practicamente inaccesible. Se maneja por acuerdos bilaterales y cláusulas de naciones más favorecidas, con lo cual la tesis del Mercado Común se deshace. La Venezuela chavista procede como un país económicamente imperialista, a caballo de su petróleo e impulsada por la ideología de su dictador.
 
Es cierto que la voluntad de Hamed no será decisiva, porque se trata de una cuestión a debatir y resolver por el Congreso, pero será, sin duda significativa. Nunca faltarán pretextos para buscar obviar la cláusula democrática o hacer depender los intereses de Paraguay del nuevo pretenso amo de Sudamérica.
 
Mientras Chávez se encuentre en el poder en Venezuela no hay que dejar que ese país ingrese al Mercosur, máxime que la situación geográfica lo hace extremadamente inconveniente. Para cualquier observador desapasionado la propuesta de Hamed se inscribe en una relación de absoluta dependencia ideológica, situación que en este siglo y a estas alturas resultaría inaceptable.
   
Hamed está dando rápidamente las muestras de lo que es y lo que piensa y lo que resultará para el país. Se quiere hacer creer que el Paraguay no subsistirá sin el petróleo venezolano, que viene cargado de imposiciones ideológicas, que es la música que aparentemente fascina los oídos de Hamed.
 
Paraguay no ha recibido nada del Mercosur, al contrario. Ha sido perjudicado de manera sistemática por el Brasil y Argentina, que desvirtuaron la letra del Tratado hasta convertirlo en “chiffon de papier”.
 
Se ha dicho que Venezuela puede ser el equilibrio contra Brasil y Argentina, y es una mentira absoluta. Venezuela jamás podrá reemplazar a esos dos países en el comercio paraguayo.
 
Obviamente Hamed busca una alianza ideológica que Paraguay no debe buscar.

 
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