Reporteros excluidos de la Sala Oval de la Casa Blanca por oponerse a la idea impulsada por Washington. Protesta de corresponsales.
Dos periodistas de una agencia de noticias internacional estadounidense fueron retenidos fuera de la puerta del Sala Oval de la Casa Blanca por negarse a acatar el dicho «Golfo de América», una medida adoptada por el presidente norteamericano Donald Trump en su intento de borrar del mapa el nombre histórico del Golfo de México. Se trata de una expulsión «inaceptable», según la Asociación de corresponsales de la Casa Blanca, que pidió a la administración Trump «un cambio inmediato de rumbo» en el mismo momento en que Apple, otro coloso tecnológico después de Google, también rechazara la orden del mandatario.
«La Associated Press (AP) informa a miles de millones de personas cada día de manera independiente y objetiva», dijo la directora de la agencia de noticias, Julia Pace. «La Casa Blanca nos dijo que si no alineábamos nuestros estándares con la orden ejecutiva de Trump, la AP sería prohibida por la Oficina Oval».
De las amenazas a los hechos: dos periodistas fueron detenidos fuera del Estudio Oval el martes en dos ocasiones, una de las cuales, lejos de ser ceremonial, se transformó en una conferencia de prensa del mismo Trump con Elon Musk.
«Es alarmante que la Administración esté castigando a la AP por su periodismo independiente», continuó Pace, apelando a la Primera Enmienda de la Constitución.
«La Casa Blanca no puede decidir cómo informan los medios de comunicación, ni puede penalizar a los reporteros por estar descontentos con las decisiones de sus redacciones», se solidarizó la Asociación de Corresponsales.
No es una novedad que Trump tenga relaciones hostiles con los medios tradicionales, a excepción de raras excepciones, definidos por él como «enemigos del pueblo», pero las relaciones con el cuarto poder empeoraron mucho desde el pasado 20 de enero.
El pasado viernes, el Pentágono expulsó a un segundo grupo de periodistas de los espacios reservados al Departamento de Defensa, mientras que la angosta sala de reuniones de la Casa Blanca estuvo abierta desde el comienzo del segundo mandato a influencers y podcasters, quitándole lugar a los medios de comunicación tradicionales.
Trump firmó la orden ejecutiva sobre el Golfo de América («Restaurar los nombres que honran la grandeza estadounidense») el mismo día de su toma de posesión.
El pasado domingo, en un vuelo de Mar-a-Lago a Nueva Orleans para el Super Bowl, proclamó el 9 de febrero como el Día del Golfo.
Google Maps ya se había doblegado a la orden presidencial en enero, seguido por grupos industriales activos en la zona como Chevron y Bp, mientras que el martes fue el turno de la Administración Federal de Aviación que adaptará sus mapas para reconocer también el otro cambio solicitado por Trump: que el Monte Denali en Alaska vuelva al nombre original de McKinley.
Este miércoles Apple se inclinó en su aplicación de mapas.
El cambio afecta por el momento a los clientes americanos, pero se extenderá a escala mundial, mientras que por ahora arece resistir Bing, el motor de búsqueda de Microsoft.
Fuente: Ansalatina