Bruselas busca que los pesticidas prohibidos en la UE no se usen en productos importados

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Bruselas (EuroEFE).- La Comisión Europea prometió este miércoles actuar para que los pesticidas «más peligrosos» prohibidos en la Unión Europea por razones sanitarias y medioambientales no puedan «regresar» al club comunitario a través de productos importados.

Ese principio se incluye en la Visión sobre la Agricultura y los Alimentos, un documento en el que Bruselas plantea sus reflexiones sobre el futuro del sector agroalimentario en los Veintisiete y que fue aprobado este miércoles en la reunión semanal de los comisarios europeos que, por segunda vez, presidió la vicepresidenta ejecutiva Teresa Ribera.

«La Comisión establecerá un principio de que los pesticidas más peligrosos prohibidos en la UE por razones de salud o medioambientales no pueden regresar a la UE mediante productos importados«, afirma el texto.

En ese sentido, la Comisión pondrá en marcha este 2025 una evaluación «que considerará los impactos sobre la posición competitiva de la UE y las implicaciones internacionales y, si es apropiado, propondrá modificaciones al marco legislativo aplicable».

Los pesticidas exportados

«Igualmente, la Comisión también analizará la cuestión de la exportación de químicos peligrosos, incluidos pesticidas, que están prohibidos en la UE», recoge el texto.

En un comunicado, el Ejecutivo comunitario subrayó que perseguirá «un mayor alineamiento de los estándares de producción aplicados a los productos importados, en particular en los pesticidas y el bienestar animal«.

La UE es la región del mundo que más pesticidas exporta, y muchas de las sustancias prohibidas en el bloque se destinan a Brasil, México, Chile, Ucrania, Marruecos o Perú, según un informe del año pasado de la organización ambientalista PAN Europe.

Esa organización, también conocida como Red de Acción contra los Pesticidas, denunció en un comunicado que el documento recién presentado por Bruselas se adhiere «al relato de la industria sobre los pesticidas, que no tiene base científica«.

PAN Europe opinó que la Comisión Europea debería comprometerse a «rebajar los niveles máximos de residuos de todos los pesticidas prohibidos», y «no solo de los ‘más peligrosos’, como indica el documento», pues, defendió, todos los plaguicidas suponen un riesgo para el medioambiente y la salud.

Contra la «coerción económica»

Por otro lado, el documento presentado por Bruselas indica que, para abordar «los potenciales riesgos de competencia desleal y acciones unilaterales ilegales contra el sector agroalimentario de la UE», la Comisión desarrollará «una red de seguridad de unidad para proteger el sector de la coerción económica».

Bruselas afirmó que la UE «seguirá priorizando la seguridad y soberanía alimentaria de varias maneras» ante desafíos como las amenazas arancelarias del presidente de EE.UU., Donald Trump.

«Las negociaciones y acuerdos comerciales se usarán al máximo, al tiempo que se protegen los intereses de los agricultores europeos», expuso, y añadió que la aplicación y los controles «rigurosos» de los estándares de seguridad alimentaria «siguen siendo una prioridad no negociable».

En una rueda de prensa, el comisario europeo de Agricultura, Christophe Hansen, aseguró que la UE «protegerá el sector agroalimentario contra la competencia desleal y permanecerá unida contra los choques geopolíticos y las amenazas».

La Comisión aseguró, asimismo, que está «comprometida con garantizar que los agricultores no son obligados a vender sus productos de manera sistemática por debajo de los costes de producción» y que adoptará «acciones concretas para ese fin, también mediante la revisión de la directiva sobre prácticas comerciales desleales».

El relevo generacional y la PAC

Hansen y Fitto
El comisario europeo de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen (i), durante una rueda de prensa este miércoles en Bruselas junto al vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea para Cohesión y Reformas, Raffaele Fitto (i). EFE/EPA

El Ejecutivo comunitario también presentará en 2025 una estrategia sobre relevo generacional, con recomendaciones sobre medidas para el conjunto de la UE, los Estados miembros y las regiones «para abordar las barreras a los jóvenes y nuevas personas que entran en la profesión».

«La agricultura debe tener la estabilidad necesaria para animar a los jóvenes a entrar en la profesión, también mediante unos ingresos justos y un apoyo público mejor orientado», expuso.

Sobre la Política Agrícola Común (PAC) posterior a 2027, la Comisión indicó que definirá «un equilibrio más claro entre las políticas regulatorias y las basadas en incentivos que afectan a los agricultores» y que Bruselas orientará la PAC «hacia incentivos en lugar de hacia condiciones».

Consideró necesario «racionalizar más» la implementación de la PAC, y también dijo que el futuro apoyo de la Política Agrícola Común «estará más dirigido hacia agricultores que se implican activamente en la producción de alimentos, hacia la vitalidad económica de las granjas y la preservación del medioambiente».

Recalcó que el objetivo es dirigir más el apoyo hacia los agricultores que más lo necesitan, «con particular atención a los agricultores en áreas con limitaciones naturales, agricultores jóvenes y nuevos y las explotaciones mixtas«.

Agregó que también se debería priorizar la producción de productos agrícolas «esenciales para la autonomía estratégica y resiliencia de la UE».

Estrategias rural y digital

El documento presentado este miércoles se enmarca en la llamada ‘brújula’ para mejorar la competitividad de la UE, y reconoce «la necesidad de reconciliar la acción climática con la seguridad alimentaria y los desafíos específicos afrontados por el sector».

«Los agricultores deberían ser recompensados por adoptar prácticas respetuosas con la naturaleza. En este contexto, la Comisión considerará cuidadosamente cualquier prohibición adicional sobre el uso de pesticidas si no hay alternativas disponibles en un tiempo razonable, y racionalizará el acceso a biopesticidas en el mercado de la UE», apuntó.

Bruselas dijo que presentará, asimismo, un plan de acción rural actualizado para «garantizar que las áreas rurales siguen siendo vibrantes, funcionales y están profundamente vinculadas al patrimonio cultural y natural de la UE».

Más adelante durante este año, la CE también propondrá nuevas medidas para simplificar las reglas actuales relacionadas con la agricultura y una estrategia digital para el sector.

Ecologistas ven insuficiente la estrategia de Bruselas

Organizaciones ecologistas como WWF consideraron que a la estrategia que presentó este miércoles la CE le falta concreción.

WWF indicó en un comunicado que el documento de Bruselas destaca «la necesidad de la acción climática en la agricultura» y pide «ajustes» en los pagos directos de la Política Agrícola Común (PAC) «para hacer el apoyo a la renta más justo y recompensar a los agricultores que trabajan con la naturaleza».

«Sin embargo, la Visión permanece imprecisa, sin proporcionar una dirección clara para la transformación del sistema alimentario de la UE», expuso la organización.

La responsable de Alimentación Sostenible de WWF, Giulia Riedo, consideró que la estrategia «está dando pasos muy tímidos hacia la creación de cadenas de suministro alimentario de la UE más justas y sostenibles».

«Incluye unos pocos elementos positivos, como un compromiso con una aplicación más sólida de la legislación verde e incentivos financieros para que los agricultores vayan más allá de los requisitos medioambientales existentes. Sin embargo, al intentar agradar a todos, la Comisión Europea no ha abordado cuestiones críticas, como el necesario incremento de pagos medioambientales», agregó.

«Como resultado, nos quedamos con una hoja de ruta imprecisa para transformar la agricultura de la UE», recalcó.

Más crítica con la propuesta se mostró Greenpeace, que en otro comunicado afirmó que los planes de Bruselas «hacen poco para reducir las amenazas medioambientales, climáticas y socioeconómicas que afrontan la mayoría de los agricultores, e ignoran las conclusiones del propio grupo asesor de la Comisión».

«La política agrícola de la UE paga enormes cantidades de dinero público a un modelo agrícola que corroe la naturaleza, recompensa a propietarios de tierra milmillonarios, deja a las explotaciones agrícolas pequeñas arruinadas y vacía las comunidades rurales», dijo el director de Política Agrícola de Greenpeace UE, Marco Contiero.

Y añadió: «Si nada cambia, la vulnerabilidad de la agricultura europea al colapso climático y medioambiental crecerá, poniendo en riesgo más aún el sustento de los agricultores y su propia capacidad para producir alimentos».

Desde Amigos de la Tierra, la activista de Alimentos, Agricultura y Naturaleza Clara Bourgin manifestó su satisfacción porque la Comisión ha reconocido la necesidad de «mejores ingresos para los agricultores y prácticas de mercado más justas».

«Pero su Visión sigue siendo borrosa, con pocas medidas concretas para un cambio real», dijo.

La Alianza Europea de la Salud y el Medioambiente (HEAL) consideró que la Visión de la CE «debe fortalecer los compromisos para proteger la salud de las personas y los agricultores ante pesticidas que dañan la salud».

El Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas comunitarias (Copa-Cogeca), que representa al sector agrícola, consideró que la hoja de ruta de la CE supone «un reinicio pragmático basado en análisis relevantes y observaciones fundamentadas, y propone un catálogo ambicioso de futuras líneas de trabajo».

«Sin embargo, no aborda el tema central: la futura PAC y los recursos necesarios para financiar este paquete de medidas», señaló Copa-Cogeca en un comunicado

Editado por Lucía Leal