También identificaron 29 moléculas para frenar ese proceso
Se descubrieron 64 genes que aceleran el envejecimiento del cerebro y que, por tanto, podrían explicar la brecha que a menudo se observa entre la edad estimada y la cronológica de los órganos más complejos; al mismo tiempo se identificaron 29 moléculas capaces de frenar este proceso.
Así lo indica una de las mayores investigaciones jamás realizadas sobre este tema, publicada en la revista Science Advances y cuyo primer autor es Fan Yi, de la Universidad de Zhejiang en Hangzhou, China.
La investigación se basó en el análisis de escáneres cerebrales de aproximadamente 39 mil individuos, contenidos en el Biobanco del Reino Unido, la gran base de datos británica que contiene datos genéticos, muestras biológicas e información útil para la investigación relativa a medio millón de individuos.
Las exploraciones también se analizaron con la ayuda de un modelo de inteligencia artificial entrenado para estimar la edad del cerebro.
«Es un descubrimiento significativo porque podría allanar el camino a nuevas terapias capaces de mantener el cerebro sano durante más tiempo», observa el neurocientífico Agustín Ibáñez del Trinity College Dublin, comentando la investigación en el sitio web de la revista Nature.
«Sin embargo – añadió – todavía queda mucho trabajo por hacer antes de que estos descubrimientos puedan tener una aplicación práctica».
El primer paso de los investigadores fue analizar un subgrupo de 31.520 individuos sanos y sus datos genéticos para identificar qué genes eran responsables de la diferencia entre la edad cerebral estimada y cronológica.
El siguiente paso del estudio fue identificar cuáles de estos posibles indicadores de envejecimiento cerebral prematuro podrían convertirse en objetivos de nuevos fármacos o de fármacos antiguos que se utilizarían de nuevas formas.
Así se analizó la actividad de casi 2.700 genes en células sanguíneas y la de otros 2.900 en tejido cerebral. La culminación fue la identificación de 64 genes ciertamente relacionados con el envejecimiento cerebral prematuro.
De ellos, algunos desempeñan un papel en la coagulación sanguínea y la muerte celular y siete tienen un vínculo directo con el envejecimiento cerebral.
Una vez identificados los 64 genes, los investigadores comenzaron a buscar moléculas capaces de contrarrestar su acción. Luego examinaron 466 compuestos, algunos de los cuales ya estaban aprobados como fármacos y otros probados en ensayos clínicos, y seleccionaron 29 posibles armas contra el envejecimiento cerebral.
De ellos, 20 están reconocidos como geroprotectores, es decir, sustancias capaces de frenar el ritmo de envejecimiento y reducir la incidencia de enfermedades asociadas a la edad avanzada. Además, se han identificado 13 moléculas que se están estudiando en ensayos clínicos para problemas relacionados con el envejecimiento.
Fuente: Ansa
