Un biotipo de nabo detectado en el sudeste de la provincia de Buenos Aires es el primer caso confirmado a nivel mundial de resistencia a flurocloridona.
Esta nueva resistencia se suma a las ya registradas en esta especie a glifosato, inhibidores de la ALS y 2,4-D, con lo cual se confirma que esta maleza es capaz de resistir a cuatro sustancias simultáneamente.
El caso fue alertado por la Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM) con el fin de exhortar a los productores de la región y de otras áreas a que presten atención a esta situación ya que la presencia de nabos resistentes a glifosato, ALS y 2,4D ha aumentado en Argentina entre 2019 y 2023 y la problemática va en aumento hacía el centro del país.
Nueva resistencia
La Brassica rapa L. (“nabo silvestre”), es una maleza anual o bienal perteneciente a la familia de las Brassicaceae presente en la mayoría de los cultivos en el centro y sudeste bonaerense.
Se trata de una especie que emerge generalmente en otoño e invierno, aunque en la provincia de Buenos Aires se han observado nacimientos prácticamente durante todo el año. De esta manera, se encuentra como una maleza altamente invasora en todos los cultivos extensivos.
Lo que encendió las alertas es que no existen antecedentes a nivel mundial de resistencia a la flurocloridona. “Si bien hay reportes de resistencia a inhibidores de PDS en otras especies de la familia botánica Brassicaceae, principalmente al activo diflufenican, a nivel mundial este caso argentino es único, con la connotación de ser una resistencia múltiple a cuatro mecanismos de acción diferentes”, advirtió la REM en su informe.
La flurocloridona es un herbicida residual y selectivo de preemergencia que actúa inhibiendo la fitoeno desaturasa (PDS: Grupo HRAC F1- WSSA 12), una enzima esencial en la biosíntesis de carotenoides, lo que provoca una clorosis y la posterior muerte de las plantas. En Argentina, su uso se encuentra registrado para: trigo, cebada, girasol, maíz, algodón, arveja, avena, centeno, entre otros.
La peligrosidad de la flurocloridona para desarrollar resistencia es moderadamente baja (Hugh J. Beckie 2007), principalmente por ser un modo de acción poco frecuente en comparación con otros grupos, lo que la posiciona como una buena herramienta para diversificar el esquema de control y disminuir la presión sobre grupos más problemáticos, como por ejemplo los inhibidores de la ALS.
Este nuevo hallazgo se suma a los casos de resistencia ya registrados en el país, constituyendo el biotipo número 49 de malezas resistentes reportado a nivel nacional. Además, incorpora un nuevo sitio de acción al listado de mecanismos comprometidos en el gráfico de malezas resistentes en Argentina.
El caso de estudio
Este caso de cuádruple resistencia de un nabo silvestre es un hallazgo de los investigadores Víctor Juan, Lucía Ledesma y Federico Núñez Fré quiene se fijaron como objetivo principal estudiar la respuesta de biotipos locales de Brassica rapa L. al herbicida flurocloridona aplicado al suelo en preemergencia de la maleza, en el contexto de una problemática creciente de malezas resistentes.
Al respecto, realizaron un ensayo de dosis respuesta en macetas dispuestas en el invernadero de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, con semilla recolectada de dos biotipos: uno proveniente de Tandil de un lote con aplicaciones anuales ininterrumpidas de flurocloridona durante los últimos ocho años, y otro de Olavarría donde solamente se aplicó el herbicida en dos oportunidades durante este mismo intervalo de tiempo.
“Cabe destacar que ambos biotipos presentan resistencia documentada a glifosato, inhibidores de la ALS y herbicidas hormonales”, señalaron.
En base a los distintos ensayos realizados y dosis aplicadas, pudieron establecer que los resultados demostraron que la población de Tandil presenta resistencia efectiva a flurocloridona, representando el primer caso de resistencia al mencionado herbicida reportado en Brassica rapa en Argentina, y constituyendo un nuevo caso de resistencia múltiple a cuatro mecanismos de acción.
“Esta confirmación representa un desafío significativo para el manejo de malezas, particularmente crucíferas, en el centro y sur de Buenos Aires”, señalaron los técnicos.
En este contexto, “dado el historial de resistencia en la especie y la creciente presión de selección, es fundamental adoptar estrategias de manejo integrado para mitigar la propagación de biotipos resistentes”, recomendaron.
Maleza con historia
Los relevamientos de la Red de Manejo de Plagas (REM) de AAPRESID indican que la presencia de los nabos resistentes a glifosato, ALS y 2,4D ha aumentado en Argentina entre 2019 y 2023.
En particular, el sudeste y centro de la Provincia de Buenos Aires presentan el 100% de los partidos con la problemática de nabos resistentes a los tres mecanismos de acción, y que la problemática va en aumento hacia el centro del país, según el último reporte de REM AAPRESID (2025).
En 2018, a partir de la resistencia múltiple a los tres mecanismos de acción: glifosato, ALS y 2,4D, se generalizó el uso de flurocloridona como herbicida residual de presiembra o preemergencia en lotes destinados a trigo, cebada, girasol y en algunos casos maíz, e incluso para tratar escapes dentro de los cultivos invernales en postemergencia.
En 2021/2022 comenzaron a reportarse controles parciales, con nacimientos cada vez más frecuentes. “Esta falencia a nivel de campo se intentó compensar con aumentos de dosis, aumentando así la presión de selección”, explicó la REM en su reporte.
*Fuente: Aapresid.
