Sin el aval de la cúpula de la central obrera, los gremios se organizan para enfrentar la desregulación de los aportes de las obras sociales.
Más allá de las razones políticas y la vida interna de la CGT, lo cierto es que más de 30 gremios el lunes comenzarán a hacer sus presentaciones judiciales.
Algunos de los gremios que se ven afectado y que van a ir a la justicia, según pudo averiguar El Observador, son la Obra Social de Comisarios Navales, la Obra Social de Serenos de Buques, la Obra Social de Técnicos de Vuelo, la Obra Social Capataces Estibadores Portuarios, la Obra Social de Árbitros Deportivos de la República Argentina, la Obra Social de Capitanes de Ultramar y la Obra Social del Personal del Organismo de Control Externo, entre otras.
La última de esta lista, conocida como OSPOCE, hará su presentación el lunes con la firma de un importante abogado con experiencia no solo en el Poder Judicial sino también en el ámbito político.
Por su parte, dentro de la CGT están a la expectativa para saber cuántos gremios son lo que finalmente se presentarán ante la justicia. Y, desde ya, para ver cuáles son las resoluciones que tomarán los jueces al respecto.
Más allá de la atención que pongan a las presentaciones judiciales y su definición, los dirigentes de los gremios grandes sienten que llegó la hora de la revancha. En la década del 90 los grandes beneficiarios de la desregulación de las obras sociales fueron los gremios pequeños.
El mecanismo ideado por el menemismo les permitió acceder a fondos frescos de manera mensual sin tener en cuenta las ideas y vueltas del mercado laboral y la reducción de puestos de trabajo. Hoy, a raíz de esta medida, los dirigentes de los gremios más voluminosos sienten que “se hizo justicia” porque “en la década del 90 se robaron muchos afiliados”.
Así las cosas, la pasividad de la CGT se explica por su buena relación con el Gobierno, pero no solo por eso.