El avance de la investigación mantiene la dificultad de seguir el rastro de los billetes que fueron extraídos por los involucrados
De hecho, las autoridades tienen el dato de que el desvío de fondos era organizado al punto de que existen documentos de cuánto dinero se debía sacar y en qué momento hacerlo.
Rey hacía las transferencias y luego “esos dineros salieron de estas cuentas a las que podríamos denominar mulas financieras”, dijo Gómez tal y como había adelantado El Observador.
Rivero fue uno de los condenados que más movió dinero, tanto para hacer transferencias como miles de pesos que recibió en su cuenta bancaria del Banco República e Itaú.
La dificultad de la investigación está en rastrear el dinero que fue retirado en efectivo, dado que desde el momento en que el monto se transforma en billetes reales, los investigadores le pierden el rastro. De hecho, los millones de pesos que sacaron los condenados no se sabe a dónde fueron a parar y en qué se utilizaron.
En 2024, según datos que el Banco Central le envió a la Fiscalía, Rivero sacó $ 10 millones. El retiro más elevado fue el 8 de julio, cuando sacó $ 350.000 de una agencia del banco Itaú en Pocitos
El segundo retiro más alto fue el 24 de julio del año pasado, en la misma agencia, y retiró $ 311.000. Días antes tuvo dos retiros de $ 280.000 –desde una cuenta de Itaú– y otra de $ 250.000 desde el Banco República.
Más allá de los retiros, el ahora condenado también depositaba sumas importantes a las cuentas a su nombre.
Al ver los ingresos informados por el Banco Central, los investigadores notan un cierto patrón. Por ejemplo, el 10 de octubre el sindicalista recibió en su cuenta $ 50.000 y el mismo día el sindicalista retiró $ 300.000. Esto se repite siete veces en todo el año: cada vez que le depositaban, Rivero extraía en efectivo más de $ 150.000 de la misma cuenta.
Bajo esta premisa es que las autoridades entienden que los sindicalistas recibían ciertos “beneficios” por hacer las transferencias y retirar el dinero en efectivo, que luego parte de él era usado por el Partido Comunista del Uruguay y el Sunca, según la hipótesis de la Fiscalía.
Bertolio, otro de los condenados y que integró la dirección del fondo, retiró $ 1.641.130 durante 2024. En este caso, el BCU no informó a la Fiscalía de ingresos a la cuenta del sindicalista.
El hombre hizo dos retiros de $ 241.457 el 8 de julio –misma jornada en la que Rivero también sacó $ 350.000– de una sucursal del Banco República en Ciudad Vieja. En enero de 2024, precisamente el 16 y 23, hizo otras dos extracciones de una sucursal del banco también por $ 229.369.
Por último aparece el nombre de Carlos Emiliano Larrosa, otro de los sindicalista que declarará este miércoles, quien retiró $ 2.469.560 durante 2024 de una cuenta a su nombre del banco BBVA.
El monto más elevado fue el 10 de julio, por $ 300.000. Un día después volvió a la misma sucursal bancaria en Tres Cruces y sacó otros $ 263.500. Las autoridades entienden que Larrosa cometió los mismos delitos de Rivero y Bertolio, pero buscarán tener más detalles acerca de cuál era su rol en la operativa.
El fiscal Rodríguez, al igual que lo hizo con Rey, mantendrá una “entrevista” con los indagados para comunicarles los elementos que tiene el Ministerio Público en su contra. Luego, se prevé otra audiencia para luego del receso judicial.
Fuente: El Obsevador